En un país como México, donde la informalidad laboral y el autoempleo crecen, cada vez más personas se preguntan si deberían emprender como freelance o mantenerse como empleados.
La respuesta no es una sola. Por eso, aquí te dejamos una comparativa clara y realista para ayudarte a tomar la mejor decisión según tu perfil y prioridades.
Asalariado:
Sueldo fijo, quincenal o mensual
Posibilidad de bonos o prestaciones
Ingreso constante, predecible
Freelance:
Ingreso variable (puede ser muy alto o muy bajo)
Depende de los proyectos que consigas
Tú decides tus tarifas (pero también cobras, facturas y persigues pagos)
📌 Conclusión: El freelance puede ganar más, pero también vive más incertidumbre.
Asalariado:
Tu empresa retiene y paga tus impuestos
Recibes tu salario “neto”
No haces declaración anual (a menos que tengas ingresos extra)
Freelance:
Debes darte de alta en el SAT como persona física con actividad empresarial o régimen de confianza
Emitir facturas y pagar impuestos mensualmente
Declaración anual obligatoria
📌 Conclusión: Como freelance hay más carga administrativa, pero también puedes deducir gastos y optimizar tu carga fiscal.
Asalariado:
IMSS, vacaciones, aguinaldo, prima vacacional
En algunos casos, vales de despensa, seguro de vida, fondo de ahorro
Freelance:
No hay prestaciones por ley
Puedes afiliarte voluntariamente al IMSS o contratar seguros privados
Debes hacer aportaciones por tu cuenta a tu AFORE
📌 Conclusión: El empleado está más cubierto; el freelance debe autogestionarse todo.
Asalariado:
Horarios fijos, días laborales establecidos
Menor flexibilidad, pero más estructura
Dificultad para ausentarse sin permiso
Freelance:
Flexibilidad total (pero con el riesgo de trabajar de más)
Tú eliges tu horario, pero también puedes terminar trabajando fines de semana o noches si no sabes poner límites
Mayor libertad, pero también mayor disciplina
📌 Conclusión: Si priorizas autonomía, el freelance es ideal. Si prefieres rutina, el empleo es mejor.
Asalariado:
Puedes subir de puesto, cambiar de área, recibir capacitaciones
Estás dentro de una estructura de carrera (aunque no siempre avanza rápido)
Freelance:
Tú defines tu crecimiento: puedes escalar tu marca, subir tarifas, trabajar con mejores clientes
Depende 100% de ti
📌 Conclusión: Como freelance puedes crecer sin límites, pero necesitas visión, estrategia y constancia.
No se trata de ver cuál es “mejor”, sino cuál va contigo hoy.
Hazte estas preguntas:
¿Cuánta estabilidad necesito ahora?
¿Quiero libertad o estructura?
¿Estoy dispuesto a aprender lo necesario para manejarme solo/a?
Y recuerda: no tienes que casarte con un solo camino.
Puedes combinar ambas cosas, o cambiar según tu etapa de vida.
Ser freelance no es ser más valiente. Ser empleado no es ser más seguro.
Ambos caminos tienen ventajas y retos. Lo importante es que elijas con conciencia, no por miedo o por presión.
Tu trabajo puede y debe adaptarse a la vida que quieres construir.