Cuando hablamos de finanzas personales, un factor que la mayoría de las personas no considera es su tipo de personalidad financiera. Cada individuo tiene sus propias creencias y emociones sobre el dinero, y en su mayoría están formadas por experiencias que en algún momento tuvieron en la vida.
En este sentido, el dinero y la personalidad están vinculados, ya que cada una de las personas lleva una relación única con sus finanzas y esto se refleja en el comportamiento de su salud financiera.
Gastador: Les gusta derrochar libremente, no buscan descuentos u ofertas, y ni se preocupan por las consecuencias financieras a largo plazo. Están dispuestos a asumir riesgos financieros y pueden tener una mentalidad “vivir el momento” que los lleva a comprar cosas no necesariamente esenciales. Riesgo: Pueden acumular deudas muy altas, gastar más de lo que ganan y empezar a justificar sus compras. Recomendación: De vez en cuando no está mal darse ciertos “gustitos”, pero es necesario establecer límites de compra, estar consciente de todos los ingresos y egresos que se tiene al mes para no arriesgar lo que corresponde a las necesidades básicas.
Precavido: Cuando hablamos de dinero, este tipo de gente tiene una personalidad conservadora. Evitan gastar, tratan de no endeudarse y son muy cautelosos con sus inversiones. Prefieren ahorrar a veces sin un objetivo definido. Riesgo: Guardan su dinero sin cesar, ya que piensan que es la única forma de sentirse seguros en la vida. Recomendación: Deben de encontrar un equilibrio entre ahorrar y agregar un presupuesto destinado al entretenimiento, también analizar qué metas financieras desean lograr y cómo pueden utilizar sus ahorros para alcanzarlos.
Despreocupado: Hay algunos que adoptan una actitud negligente hacia el dinero y sienten que solo necesitan una cantidad modesta de capital para vivir. No se preocupan por su futuro económico, dejan que alguien más, pareja o familiares, tomen las decisiones económicas e ignoran sus responsabilidades financieras. Riesgo: Si no se adentran a conocer más sobre sus finanzas, este comportamiento los puede llevar a problemas económicos al desconocer ciertos procesos, por ejemplo, cómo funciona una tarjeta de crédito y no saber qué es el pago mínimo, los intereses, fecha de corte, etc. Recomendación: Aunque se muestren indiferentes a temas sobre finanzas personales, deben saber cuáles son sus gastos mensuales y cuál es su nivel de deuda, para evitar más adelante estrés financiero por desconocer cómo son sus movimientos.
Preocupado: Algunas personas experimentan ansiedad extrema sobre sus finanzas. Aunque su economía es estable, tienen miedo a gastar, tener deudas y constantemente se sienten estresados por su situación financiera y les genera angustia sentir que pueden perder su dinero en cualquier momento. Riesgo: Llegar a un nivel de preocupación que impide alcanzar metas por el estrés que genera elegir cierta operación financiera y no crecer
económicamente. Recomendación: Revisar la raíz de estos miedos sobre el uso del dinero, pueden sentir que no van a controlar los gastos, se van a endeudar demasiado o no lograran sus objetivos; por ello es necesario empezar a informarse por medio de cursos sobre finanzas personales para tener más seguridad en las decisiones.
Moderado: Este tipo de personas se encuentran en el punto intermedio entre ser ahorradores y derrochadores. Mantienen un equilibrio entre gastar para disfrutar y planificar un presupuesto. Establecen metas financieras realistas y trabajan para lograrlas sin excesos ni restricciones extremas. Si te identificas con esta personalidad, ¡felicidades! Has logrado tener una buena relación con el dinero y una gestión prudente sobre tus recursos financieros, algo que te ha permitido disfrutar de tus ingresos y a la par tener la capacidad para enfrentar desafíos financieros que se pueden presentar.
Para Alberto Martínez, CEO de DIAM Proyectos de Inversión, ciertas características de cada personalidad pueden llevar a tomar decisiones benéficas o perjudiciales en las finanzas personales, “Si ya identificaste cómo es tu comportamiento frente al dinero y es algo que no te gustaría seguir, busca hacer cambios en tus hábitos financieros y administrar mejor tu economía para que te permita alcanzar distintas metas sin comprometer tu estabilidad financiera ni tu salud emocional”, destacó el especialista.